Macarena Campomanes, campeona de España Sub 18 y Junior en 1982, ha completado en Pula Golf, algo más de tres décadas después, con su triunfo en el Campeonato de Europa Senior, un círculo victorioso de dimensiones increíbles dentro del ámbito amateur español en un torneo donde, en categoría masculina, el triunfador ha sido el irlandés Adrian Morrow.
Doble campeona del mundo por equipos (1986 y 1992), varios Campeonatos de España Interclubes, de Mayores de 35 años, de categoría Senior, Dobles Senior, Internacionales…, Macarena Campomanes tenía una espina clavada –este Europeo Senior, del que carecía hasta el momento su impresionante palmarés– que salió a borbotones, a base de lágrimas de alegría, cuando culminó con par el último hoyo del recorrido mallorquín.
Puño al alto, en señal de satisfacción, sus lágrimas eran asimismo el reconocimiento a los frutos del trabajo y el tesón, un objetivo anunciado en voz baja en la primera jornada –“quiero mejorar el resultado del año pasado”, cuando consiguió el bronce– y que fue tomando cuerpo con dos rondas iniciales crecientemente brillantes.
Luego, a lo largo de una última jornada épica, se encontró con el hoyo 11, punto del recorrido donde todo, absolutamente todo, estuvo a un suspiro de irse al traste. “Lo he pasado fatal, realmente mal”, decía todavía temblorosa cuando repasaba mentalmente un hoyo en cuya ejecución se cruzaron en el camino, sucesivamente, unas piedras, unas adelfas y una valla, una suma de desagradables acontecimientos que le hicieron inscribir un 8 en su tarjeta.
“Creía que estaba todo perdido, y me daba una rabia enorme porque había trabajado muy bien hasta ese punto. Incluso ese hoyo lo jugué bien, lo que pasa es que se me quedó apenas un par de centímetros fuera de sitio y a partir de ahí…”, decía mientras relataba su pesadilla.
Y a partir de ahí lo que pasó es que Macarena Campomanes se plasmó en estado puro, reacción briosa para reventar la oposición de la belga Sylvie Van Molle, ganadora del Internacional de España Senior en Sevilla a mediados de marzo tras protagonizar, como en esta ocasión, una última vuelta sumamente brillante que esta vez, sin embargo, no tuvo el máximo premio porque un bogey en el último hoyo permitió a Macarena Campomanes demostrar, por enésima vez, su carácter victorioso.
En el camino, igualmente en el fatídico hoyo 11, se dejó el podio María Orueta, 7 golpes en su caso que incrementaron el dolor producido por otros errores a lo largo del recorrido. “Así es el golf”, reconocía con deportividad quien trabajó con denuedo durante todo el torneo antes de acabar en una en cualquier caso muy meritoria quinta plaza.
Al margen de la cruenta batalla por el título, este Campeonato de Europa Senior Individual dejó detalles de gran clase por parte de María Castillo, un entusiasmo continuo, tanto dentro como fuera de los greenes, que quedó grabado con una sexta plaza que habla bien a las claras de su infatigable calidad.
La canaria, un auténtico torbellino, incapaz de rendirse pase lo que pase, luchó con creciente esfuerzo, una loable actitud premiada con vueltas crecientemente buenas (79, 77 y 76) que, por ende, generaron progresivos ascensos en la clasificación final.
La participación española femenina se completó con la actuación de la madrileña Rocío Ruiz de Velasco, vigésimo cuarta clasificada en un torneo donde fue de más a menos, y con la participación, como caddie de Macarena Campomanes en la última ronda, de Casilda Castillejo tras fallar el corte, alegría personificada que sin embargo vivió situaciones difíciles por el juego taquicárdico, en esta última jornada, de a quien llevaba los palos. “Ay, qué mal me lo ha hecho pasar Maca, pero que conste que he estado ahí, empujando en todo momento”, decía con su gracejo habitual.