Nunca nos cansaremos de repetirlo: tengan mucho cuidado con las compañías a la hora de ejercer de cámara para grabar un Trick Shot o, como en este caso, un Happy Gilmore. Y es que, por mucho que pueda parecer que sus acompañantes controlan a la perfección los palos, pueden acabar recibiendo un bolazo que tarden muchísimo tiempo en olvidar. Y si no que se lo pregunten al protagonista de este vídeo, que todavía a estas horas sigue teniendo un fuerte dolor de cabeza.
Seguro que se lo piensa más de una vez la próxima vez que le inviten a coger el móvil y grabar la proeza desde tan cerca.
Soooooooo… dead? pic.twitter.com/YTJIim4prM
— TFM (@totalfratmove) 14 de marzo de 2017





