No es la primera vez que les hablamos de Sam Blewett, el niño prodigio que con solo 18 meses enamoró a todos a base de realizar swings con diferentes elementos de la casa y que más recientemente le causó una brecha en la cabeza a su padre –un ex jugador de cricket australiano- después de que este decidiera hacer de tee humano de su hijo. Pues bien, el chico ya tiene dos años y medio y sigue demostrando en la cuenta de Instagram de sus progenitores que bien podría ganarse la vida con esto en un futuro no muy lejano.
En esta ocasión, nuestro pequeño protagonista aparece también junto a su padre pero, lejos de darle un buen golpe entre ceja y ceja, se encuentran en el jardín de su casa intentando colar pelotas en una red para el entrenamiento de golf situada a unos metros de distancia. Y hemos de decir que Sam no deja de sorprendernos, tanto por la efectividad como por su celebración.