Muchos jugadores se pasan toda la vida buscándolo sin éxito alguno, pero unos pocos elegidos tienen la suerte de encontrárselo de buenas a primeras. Hablamos del Hoyo en Uno, un rara avis en esto del Golf que vemos muy de vez en cuando en los grandes circuitos y que es en su vertiente amateur donde solemos encontrar más material gracias a las redes sociales. Quizá sea por esto por lo que los patrocinadores apuesten por ellos a la hora de ofrecer los premios más jugosos.
Relojes de lujo, viajes por el mundo, cheques con una gran suma de dinero… cualquier incentivo es bueno para acompañar lo que sin ninguna duda es un hito digno de incorporar al currículum. Y si no que se lo cuenten a nuestro siguiente protagonista, que tuvo la desgracia -bendita desgracia que dirían algunos- de anotar uno de estos cuando el premio era un coche y no tenía el carnet de conducir. Es más, no tenía ni siquiera la edad para poderse examinar.
Una joven amateur se lleva un BMW X2 (+ de 30.000 €) al hacer Hoyo en Uno en el CC del Mediterráneo
Su nombre es Sonny Priestly -hándicap 28- y con once años fue uno de los 84 participantes en el Gaudet Luce Club de Hadzor, torneo cuyos beneficios van destinados a la investigación del cáncer. Y cuando llegó al par 3 del 11, un hoyo de 175 yardas, hizo saltar la sorpresa más agradable de toda la jornada. Su golpe fue certero, cayendo a altura de bandera y rodando hasta introducirse en el fondo de la cazoleta. “Tiró el palo y salió corriendo por toda la calle, con todos los jugadores persiguiéndolo”, según relatan desde el Worcester News.
Y no es de extrañar viendo el premio que acababa de conseguir: un Volkswagen Polo, vehículo que de momento le servirá de poco pero que a buen seguro hará feliz a algún miembro de su familia. ¿Otra cosa positiva? Que tampoco tuvo que invitar a nadie a una ronda.