Son muchas y muy variadas las ocasiones en las que les hemos recomendado que en casos así más vale asegurarse el tiro que arriesgarse intentando hacer más metros de la cuenta y acabar perdiendo un golpe… o un diente. Y es que el protagonista de esta historia, el jugador inglés de cricket James Anderson, sufrió un serio contratiempo después de tratar -sin mucho éxito, todo sea dicho- salir de una zona repleta de árboles con un tiro “made in Seve”.
Pues bien, no solo no lo consiguió, si no que además se llevó de recado un bolazo en toda la mandíbula después de que no controlara ni la entrada del palo ni la altura que cogería la bola al estar más baja que los pies. Y para colmo su compañero en la selección británica Stuard Broad lo grabó y lo subió a Instagram. Con amigos así…