Hemos visto muchos golpes que han terminado bien gracias a la suerte. Bolas que rebotan en las rocas, que topan en una montaña e incluso otras que golpean a la de un compañero… En fin, son incontables las veces que hemos visto este tipo de golpes, pero que recordemos nunca habíamos visto ninguno de Jon Rahm y este domingo le vimos hacer birdie gracias a un bote con mucha suerte. Ocurrió en el hoyo 9 (par 4) con su segundo tiro desde 175 metros, la pelota, que iba cerrándose directa al rough, tuvo un bote de fortuna quedándose a metro y medio de la bandera para conseguir un birdie cómodo.






Un comentario
Buen golpe hay… como minimo hay que buscar el punto de apoyo correcto y luego bueno la suerte te sonríe claro para terminar bien. Todo campeón tiene un puntito de suerte.