El pasado viernes cumplió 33 años y parecía que la fortuna le iba a traer consigo esta semana su segunda victoria como profesional en el PGA Tour tras la cosechada en el Desert Classic de 2019. Sin embargo, cuando todo parecía destinado a conducirlo el domingo a levantar el trofeo como ganador del Corales Puntacana, el dios del Golf le cerró el paso de la forma más dolorosa posible. Y es que Long, que sólo había firmado tres bogeys en las 54 primeras banderas del campeonato, vivió una primera parte de recorrido el domingo para olvidar con tres bogeys en los siete primeros hoyos que lo bajaron del podio.
Un golpe del que no logró recuperarse ni siquiera con el birdie del 4, pues dos errores más en el 10 y el 13 y un nuevo acierto en otro par 5 como el del hoyo 12 dieron al traste con cualquier posibilidad de verlo pelear junto a Hudson Swafford por el triunfo en tierras dominicanas. “Nunca pensé que iba a tener los problemas que tuve”, reconoció este lunes en una entrevista, una vez que tuvo unas horas para meditar sobre lo sucedido.
“Pensé que iba a poder llevar a cabo el mismo Golf que había estado practicando hasta entonces. Sin embargo, algunas cosas no salieron como yo había planeado y entre los golpes que se quedaron en sitios complicados y los putts fallados dejé el liderato en un abrir y cerrar de ojos. La verdad es que todo fue muy rápido. En un momento sentí que estaba caminando del séptimo al octavo hoyo y, de repente, me vi en el 18”, confirmó el norteamericano después de entregar en su cartulina el fatídico 75 que le cerró cualquier esperanza.
Pero la vida sigue e, igual que le sucedió hace apenas un mes al quedarse fuera del lucrativo Tour Championship por menos de tres puntos –y con él la posibilidad de ganarse la invitación para tres de los cuatro Majors-, Long volverá a la carga poniendo todo de su parte para volver a darse oportunidades de triunfo los domingos.