Después de la entrevista en la que comunicó que tenía la más firme intención de recuperar ese juego que le hizo merecedor de ser considerado uno de los mejores golfistas del planeta, Adam Scott completó su segunda semana consecutiva en territorio hawaiano. Lo hizo firmando un Top 21 sobre la hierba de Waialae lo que, junto al Top 29 conseguido en el Torneo de Campeones hace una semana, completa un inicio de 2023 con altibajos para el otrora número 1 del mundo.
Sin embargo, poco ha parecido importarle esto al deportista oceánico. Después de todo, el aussie se anotó cuatro rondas por debajo de los 70 impactos en el Sony Open, de donde extrajo “conclusiones bastante sólidas” del punto en el que se encuentra su juego. Un Golf que parará hasta el próximo mes después de anunciar que descansará en casa antes de volver a la acción en el Genesis Invitational que se disputará en el Riviera Country Club de Los Ángeles del 16 al 19 de febrero.
¿Quiere decir esto que Scott se saltará el WM Phoenix Open, el segundo de los eventos de la temporada que han cambiado su estatus? Así es. El australiano optará por utilizar el “comodín” en el evento que se disputará una semana antes en el imponente Stadium Course de Scottsdale, aunque por una razón más peregrina de la que se imaginan. Y es que, según ha confesado el propio jugador en rueda de prensa, hubo una confusión en el calendario.
“Ojalá pudiera tener alguna excusa mejor, porque lo cierto es que la única que existe me da vergüenza contarla. Pensé que se jugaba Phoenix, Pebble, LA, por lo que nunca estuvo en mi mente disputarlo. Después de dos años y medio sin viajar a Australia, estar una semana más allí me parecía la mejor opción con el calendario que tenía en mi cabeza”, sentenció con una sonrisa en el rostro. Un despiste que le puede condicionar el resto del año, ya que no se puede permitir ninguna ausencia más si quiere optar al bonus final.
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