En solo un par de años Adam Scott ha pasado de ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo -de hecho llegó a situarse tras el Barclays de 2016 como el sexto mejor jugador del planeta- a vagar por el PGA Tour sin pena ni gloria. En la actualidad ocupa el puesto 82º, con solo un Top 10 en sus últimos quince inicios en la gira americana, y lo está intentando todo para volver a la élite -incluso el australiano ha finalizado la relación con su caddie David Clark-.
Sin embargo, nada le sale al aussie. Quizá sea por esto que Scott haya optado por probar con la única vía que le quedaba: el entrenamiento mental. Y para ello no ha escatimado en gastos y ha hecho volver de su retiro a Fanny Sunesson, la que fuera primera mujer caddie en ganar un Major y fiel escudera de Nick Faldo desde 1990 a 1999.
La sueca, cuyo último trabajo en la gira fue llevar la bolsa de su compatriota Henrik Stenson hasta 2012, se vio obligada a retirarse de los campos debido a un problema de espalda. Desde entonces trabaja como instructora y entrenadora mental, una profesión que está en auge y a la que acuden algunos de los mejores del planeta -sin ir más lejos hace un par de meses les ofrecíamos una entrevista exclusiva con Joseba del Carmen, cuyo pupilo es el vizcaímo Jon Rahm-.
Para más inri la escandinava sumó junto a Faldo dos Jarras de Clarete de entre los cuatro Grandes que consiguieron juntos, un dato que Scott ha tenido muy en cuenta a la hora de tomar una decisión que espera que tenga efectos desde este mismo jueves, cuando tomará partido junto a los estadounidenses Brendan Steele y Zach Johnson en la primera jornada del Open.