Si hay algo que no podemos poner en duda de la figura de Adam Scott es que se ha convertido a lo largo de los años en algo parecido a un pionero -aunque no en el aspecto que seguramente le hubiese gustado-. Y es que el jugador australiano se convirtió en el primero en renunciar públicamente a disputar los Juegos Olímpicos cuando ocupaba el séptimo escalón del planeta y ahora podría ser el primero también en dejar a un lado los Campeonatos del Mundo para centrarse en lo único que le importa a estas alturas: conseguir cuantos más Majors mejor.
Esto al menos es lo que deslizó el deportista aussie durante la rueda de prensa de este miércoles previa al comienzo del Sony Open hawaiano. Scott, de 38 años, alude a lo compacto del calendario del PGA Tour para tratar de escurrir el bulto y así evitar dar más explicaciones de las necesarias: “Al final, tomé el enfoque simple y decidí centrarme en jugar aquellos eventos que me gustan y que me cuadran con las semanas de descanso para preparar los Grandes. Así que por el momento no he programado ningún WGC en mi calendario porque no caen en las semanas correctas para mí”, comentó el campeón del Masters de 2013.
Y, aunque pueda parecer lo contrario, detrás de esta decisión hay un estudio meditado. No hay que olvidar que el próximo Campeonato del Mundo se disputará en México a finales de febrero, justo después del Genesis Open en el Riviera Country Club, uno de los campos favoritos de Scott. El Match Play se disputa solo dos semanas antes del Masters, mientras que el WGC-FedEx St. Jude Invitational tendrá lugar solo una semana después de la visita del Open a Irlanda del Norte.
En definitiva, que la compresión del calendario ha hecho mella en la composición de las agendas para aquellos jugadores que ya se van acercando a la cuarentena. “Me gustaría pensar que la mayoría de mis logros aún están por llegar. Para mí se trata de ganar Majors, es la medida de una carrera en este deporte”, sentenció. Veremos si, como sucedió aquella vez con los Juegos, muchos toman su ejemplo.