Hace mucho tiempo que no le vemos en las primeras plazas de los eventos, pero por momentos como estos siempre es interesente ver a todo un campeón como Adam Scott. El australiano cuajó este domingo una ronda sobre par en el Memorial, pero consiguió uno de lo mejores tiros del día en el hoyo más difícil del campo. Fue en el par 3 del 16, donde el oceánico tuvo una salida perfecta desde el tee para llevar la bola a bandera.
Allí la pelota botó a pocos centímetros del trapo y se quedó muerta, como por arte de magia, a menos de un metro del agujero. La ovación, obviamente, está más que justificada.