Con su ocho sobre par y consiguiente T61 en Quail Hollow todos esperaban que el PGA Championship fuera el último torneo de Adam Scott en la presente temporada. Hasta el propio jugador australiano lo iba pregonando a los cuatro vientos. No por nada, pero es que su mujer estaba esperando a su segundo hijo y, como ya declaró en numerosas ocasiones en sala de prensa, “las prioridades van cambiando en cuanto uno se va acercando a las dos décadas de carrera profesional”.
El jugador aussie se quería dar un mes de margen para estar con su hijo y su mujer antes de volver a los campos, lo que le perjudicaba en exceso al tener que volver en el BMW Championship, tercer evento de los PlayOff de la FedEx Cup, para el cual no tenía opción alguna de clasificarse atendiendo a su discreta temporada en cuanto a resultados. De aquí la reacción de todos de que el oceánico no volvería a competir más en este 2017.
Sin embargo, golpe de timón de Scott en las últimas horas. Y es que al adelantarse el parto y encontrarse tanto la madre como el hijo en buena salud, el australiano ha informado que estará esta semana presente sobre la hierba del TPC Boston de Norton (Massachusetts) para la disputa del Dell Technologies Championship, evento en el que tienen el honor de participar los 100 primeros jugadores de la FedEx Cup.
Esta es la única manera de que el jugador de 37 años salve la temporada pues, al encontrarse en el puesto número 73 de la FedEx, necesitará avanzar al menos tres plazas si quiere participar dentro de dos semanas en el BMW Championship. Las estadísticas están con él, ya que en el Deutsche Bank –nombre que tenía hasta este año el Dell– ha conseguido en once apariciones la nada desmerecedora cifra de una victoria y seis Top 10.