Adrián Otaegui sacó el puño tras los birdies del 17 y del 18 con los que reducía la desventaja a solo dos

Llegados al tee del 17, el jugador vasco solo había conseguido dos birdies en el día, además de un bogey, lo que le alejaba de los puestos de cabeza

Adrián Otaegui tuvo que esperar a los dos últimos hoyos para respirar tranquilo en una vuelta que parecía ponérsele cuesta arriba y con más desventaja sobre la cabeza de la esperada. Pero como dice el refrán, «Dios aprieta pero no ahoga» ya que dos grandísimos putts en las dos últimas banderas dejaban al jugador vasco a solo dos golpes del liderato a falta de los últimos 18 hoyos. Motivo por los que el donostiarra sacaba el puño.

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