Alejandro Cañizares rozó la perfección en el comienzo del Trophèe Hassan II Golf tras firmar 62 golpes labrados a base de birdies en el exigente Golf du Palais Royal de Agadir en Marruecos.
La ronda del jugador, la más baja de su carrera en el Tour, rozó la perfección de no haber sido por el único bogey cometido en el hoyo 3 (doce de su vuelta). La batería de birdies disparada por «Cañi» comenzaba desde el hoyo 1 a partir de ahí se sucedieron una interminable serie de aciertos, hasta ocho se pudieron contar en los primeros once hoyos.
Después del único lunar en su tarjeta vinieron otros tres birdies. Fue en el tramo final para dejar una cartulina definitiva de 62 golpes y diez bajo par.
«Fue uno de esos días en los que sentía bien y que mi swing funcionaba, Comencé pateando bien y los putts fueron entrando», dijo Cañizares al European Tour.»Fue muy divertido, cuando se juega así el golf es fácil.»
«A partir de hoy vuelvo a recuperar la confianza. Después de Dubai empecé a perder un poco la forma, pero este juego es así unas veces estás arriba y otras abajo. Creo que esta ha sido una de las mejores rondas que he jugado.»
Con todo ello la diferencia del madrileño con residencia en Málaga es de tan solo un golpe con respecto al segundo clasificado, el inglés Seve Benson (63) y de tres ante el estadounidense Connor Arendell y el sueco Magnus A Carlsson (65).
Rafa Cabrera-Bello se significó con una notable actuación entregando 68 golpes (-4). También figuran bajo par Nacho Elvira, Adrián Otaegui y Eduardo de la Riva (70, -2), así como Jorge Campillo (71, -1).
En la parte opuesta Pablo Larrazábal (79, +7), Carlos del Moral y José Mari Olazábal (75, +3) y José Manuel Lara que terminó al par (72).