Muchos le quisieron sacar de su lugar de privilegio, pero ninguno lo consiguió. Obviamente nos estamos refiriendo a Álvaro Quirós (70 golpes, -7), quien continúa en lo más alto del Trophée Hassan II llegado a su ecuador después de haber aguantado estoicamente las acometidas de un Royal Golf Dar Es Salam que se lo puso muy difícil a toda la Armada en su conjunto. De hecho, de los diez nacionales con los que partíamos solo cinco han conseguido superar el corte.
Y entre los cinco que aguantan el fin de semana en Rabat el sanroqueño es nuestra gran esperanza después de haber protagonizado otra ronda por debajo del par -aunque, eso sí, con más problemas que los vividos el jueves-. Si en la primera jornada el andaluz se fue con un solitario bogey a Casa Club, en esta segunda se marchó con cinco. Ahora bien, también es cierto que su acierto en los greenes se acrecentó todavía más con siete dianas que le posibilitan aventajar en un impacto a Andrew Dodt (68 golpes, -6) y en dos al sudafricano Erik Van Rooyen (71 golpes, -5), podio momentáneo del campeonato.
Aunque Quirós no es el único español con grandes opciones de pelear por la zona alta. Nacho Elvira (73 golpes, -1) sigue picando piedra en su intento por no descolgarse de las primeras plazas del evento marroquí a pesar de haber finalizado este viernes sobre el par del campo tras una ronda con tres bogeys y dos birdies. El cántabro es en estos momentos T16, a solo un golpe del Top 10 y todavía no ha dicho su última palabra.
Como Adrián Otaegui (75 golpes, +1), Jorge Campillo (73 golpes, +2) y Pedro Oriol (75 golpes, +3), los otros tres españoles que seguirán defendiendo los colores de la rojigualda. Pep Anglés (77 golpes, +6), Alejandro Cañizares (78 golpes, +7), Carlos Pigem (76 golpes, +7), Scott Fernández (79 golpes, +10) y Pablo Larrazábal (79 golpes, +10) no han podido restarle golpes al campo y se despiden del torneo.