Abran bien los ojos porque nos espera una última jornada de temporada regular en el PGA Tour la mar de emocionante. El Wyndham Championship dictará sentencia sobre qué jugadores tienen el honor de retener los derechos de juego para el próximo curso -recuerden que tienen que clasificarse entre los 125 primeros de la FedEx Cup– y, dicho sea de paso, ver quién consigue tomar el testigo de Brandt Snedeker como campeón sobre la hierba de Sedgefield. Y, siendo sinceros, a estas alturas podemos aventurarnos muy poco sobre quién puede hacerse con el triunfo.
Principalmente porque hasta quince jugadores se encuentran apenas en cinco golpes de distancia después de una jornada del movimiento con muchos números bajos y con la sensación de que al surcoreano Byeong Hun An (66 golpes, -17) se le puede acabar haciendo largo el torneo después de ostentar el liderato desde las primeras horas. El asiático, que sigue sin conocer el error en las 54 banderas disputadas hasta el momento, empezó muy fuerte con tres birdies en los nueve primeros hoyos. Sin embargo, se fue desfondando poco a poco.
Y a las pruebas nos remitimos. El asiático solo encontró un acierto en la segunda parte de su recorrido a pesar de que dispuso de varias oportunidades de haber aumentado la cuenta -su único birdie llegó tras haber embocado un purazo de más de 15 metros-. Esto fue aprovechado por sus rivales para acercarse en la tabla y dejar la diferencia de golpes en la mínima expresión. Es el caso de Webb Simpson (65 golpes, -16) o de Brice Garnett (66 golpes, -16), que se han colocado a un impacto y tienen a tiro de piedra desbancar a An. Aunque no son los únicos.
A dos de coloca Ryan Armour (65 golpes, -15), que funciona como un auténtico reloj suizo desde el inicio de un torneo que nos ha dejado en esta tercera ronda con la sorpresa de la eliminación de Jordan Spieth (77 golpes, -2) después de firmar la cartulina más alta del día después de tres doblebogeys y un bogey sin aciertos para seguir con su nefasto 2019.