Como si no hubiésemos tenido suficiente con las dos grandísimas rondas iniciales entre Rafa y Adri, el gran nivel protagonizado por los dos españoles ha terminado propiciando que ambos se vuelvan a ver las caras en la jornada del movimiento después de empatar con once bajo par en lo alto de la clasificación. “No creo que podamos pedir mucho más en un Open de España”, comentó el propio Arnaus una vez que se dirigió a entregar la tarjeta. “El tener a tanto español peleando por la victoria es un aliciente para el público y un motivo de alegría”, prosiguió.
Sobre todo porque en ese vagón de cabeza se agolpan nombres tan contrastados como los del propio Cabrera, Rahm, Otaegui o el mismo Sergio: “Son jugadores a los que admiro mucho y a los que conozco. Si que es cierto que yo intento un poco ir a lo mío para tratar de darles guerra, pero lo cierto es que los resultados bajos ayudan al espectáculo”, admitió. Todo ello en un Club de Campo que ya está empezando a cambiar con respecto a las primeras horas: “El campo se va secando con el viento que se levanta por las tardes y está resultando un poco más complicado, pero jugando bien las oportunidades terminan llegando”, sentenció.