Esta vez -y al contrario de lo que sucedió durante toda la semana- le salió cruz la moneda a Adri Arnaus (73 golpes, -9) en la segunda parte del recorrido en Leopard Creek. El barcelonés, que hasta ese momento había mostrado su candidatura al título con unos nueve primeros hoyos de gran nivel en los que logró dos birdies sin errores para situarse en la segunda posición del campeonato, se enfrentó de lleno con unas banderas en las que el viento jugó muy malas pasadas y que acabaron dando al traste con la oportunidad de verlo levantar su primer triunfo en el European Tour.
Un triunfo que le correspondió al local Christiaan Bezuidenhout (69 golpes, -14), que se mostró mucho más entero en estos instantes finales para colocar la segunda victoria en su vitrina tras la cosechada en el Andalucía Masters de 2019. Y esto pese a que por un momento muchos dudamos de sus posibilidades después de desperdiciar en cuestión de minutos el magnífico arranque logrado con tres birdies sin errores en los seis primeros hoyos. Un doblebogey en el 7 y un bogey en el 8 situaron el par en el día en su tarjeta y con la necesidad de remontar plazas.
Dicho y hecho. El sudafricano se armó de valor y a base de un juego férreo y sin fisuras comenzó a cavar en la moral de sus rivales, a los que propinó duros golpes con los birdies en el 11, el 14 y el 15 que dejaron sin argumentos a su compatriota Jayden Schaper (75 golpes, -10) y al polaco Adrian Meronk (76 golpes, -10), quienes sufrieron de lo lindo en este parte final del recorrido. Como lo hizo también un Adrián Otaegui (71 golpes, -4) que hubiera podido luchar por un lugar en el Top 10 si no llega a ser por el doblebogey del 14 y el bogey en el 18.
Así, el guipuzcoano finalizó su participación en el Top 20, mientras que Sebastián García Rodríguez (74 golpes, +1) y Pablo Larrazábal (72 golpes, +1), los otros dos españoles que integraron el fin de semana del Alfred Dunhill, se situaron en el Top 39.
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