Pasito a pasito y sin hacer mucho ruido Adri Arnaus (69 golpes, -10) se ha colado en uno de los partidos estelares del domingo en el Alfred Dunhill Championship, evento en el que la Armada defiende el título logrado el pasado año por Larrazábal y que confía en que, a falta de 18 hoyos, todavía pueda darnos una alegría a todos los aficionados españoles. Razones no faltan para creer, pues el barcelonés se ha situado a sólo cuatro golpes y se asoma a las últimas horas sobre el Leopard Creek en clara línea ascendente de juego y resultados.
Todo ello, al igual que le sucediera el viernes, después de un comienzo algo accidentado con un bogey nada más iniciar su participación que le obligó a reaccionar desde primera hora del día. Esta vez le ocurrió en el 1, una bandera que ya se le atragantó el jueves, pero reaccionó a las mil maravillas para permitirle lograr un birdie sólo unos minutos después que le permitió afrontar el día de otra manera. Así, aunque volvió a modificar su cartulina con un binomio acierto-error en el 6 y el 7, la segunda parte del recorrido fue un remanso de paz que aprovechó para seguir escalando en la tabla.
Tres birdies en el 11, el 15 y el 16 lo situaron en la cuarta plaza, a sólo un impacto del podio que cierra el local Christiaan Bezuidenhout (68 golpes, -11) y que integran el también sudafricano Jayden Schaper (67 golpes, -13) y el polaco Adrian Meronk (71 golpes, -14), que se agarra al liderato después de entregar una cartulina con un impacto por debajo del par. Del resto de la actuación española, Adrián Otaegui (70 golpes, -3) consiguió finalizar por segundo día consecutivo en números rojos para situarse en el Top 28, mientras que Sebastián García Rodríguez (72 golpes, -1) y Pablo Larrazábal (74 golpes, +1), los otros dos españoles presentes el fin de semana, se encuentran en el T43 y T50, respectivamente.