Hay que tener mucho cuidado con quién o con qué paga uno sus frustraciones en el campo de golf. Hay gente que la toma con la hierba, otros con sus palos… pero el objeto que se lleva la palma en esto de recibir golpes es la bolsa. Empujones, patadas, trastazos con el driver… Vamos, que hay ocasiones en las que parece más un saco de boxeo que una bolsa al uso. Pero, ay amigo, el karma está siempre presente. Y es que en los momentos de ira uno nunca se acuerda de lo que guardó dentro, además de los palos. Y Poulter lo dejó patente hace solo unas horas con un tweet la mar de intrigante.
“Cuando un jugador decide atacar la bolsa… Oops, los teléfonos móviles del jugador y de su caddie se rompen”, twitteó el jugador de 40 años, al mismo tiempo que incluía en el mensaje un montón de emoticonos de caras riéndose y una foto en la que podían verse perfectamente dos móviles con la pantalla absolutamente destrozada. En un primer momento, y a tenor de su escasa suerte en las primeras horas sobre la hierba de El Camaleon Golf Course –finalizó con un bogey en el día y una vuelta de uno sobre par-, todo parecía indicar que el inglés se había dejado llevar por la furia y éste había sido el resultado de su locura transitoria.
Sin embargo, solo dos horas después, y ante las recientes preguntas sobre sus seguidores, tuvo que desmentir que los smartphones fueran de su propiedad. “For the record he de decir que no es ni mi teléfono ni el de Terry, sino de otro jugador y caddie. Ah, tampoco es de Henrik Stenson”, puntualizó, para añadir acto seguido más emojis con risas.
Muchos nombres están desde entonces encima de la mesa, pero nadie ha reivindicado todavía la autoría de los ataques. Y es que viendo cómo acabaron los teléfonos, el protagonista no estará para muchas bromas en estos momentos.
ACTUALIZADO: 11/11/2016 11:03