Tan solo tres semanas después de la polémica levantada por Patrick Reed al levantar la bola justificando que estaba empotrada en el rough, nos llega una nueva versión desde el Genesis Invitational con Patrick Cantlay como protagonista. Y es que a diferencia de Reed, Cantlay llamó a un árbitro para que este verificara que la bola estaba empotrada y de esa forma poder aliviarse sin penalidad.