Otra vez vuelve a cumplirse la célebre frase que afirma que el driver te da la gloria y el putter la victoria. ¿Cómo si no explicar que esta temporada esté siendo la mejor de toda la carrera de Jason Day? El australiano, que ha sido todo un ciclón en el PGA Tour en los últimos doce meses –ha sumado la friolera de siete títulos desde que consiguiera el Open de Canadá allá por julio de 2015, entre ellos el US PGA Championship- le debe muchos de sus éxitos a su actuación en los greenes donde, ojo al dato, ha conseguido el mejor promedio de golpes ganados respecto al resto del campo ¡de todo lo que llevamos de siglo!
Puede parecer increíble –y más aun teniendo a Tiger pululando por estas estadísticas-, pero lo cierto es que el golfista oceánico en el único aspecto donde ha empeorado sus números es en llevar la bola a la bandera –lógicamente, pues si no tendría unos cuantos títulos más en su vitrina-. Desde 2010, año en el que consiguió su primera victoria en Estados Unidos, sus registros en los greenes no han hecho otra cosa que mejorar, y si ese año se saldaban los golpes cerca de la bandera con un -0,14, dando a entender que éste era uno de los aspectos que debía mejorar, desde este punto ha experimentado una evolución increíble.
0,57 en 2011; 0,52 en 2012; 0,37 en 2013; 0,31 en 2014; 0,58 en 2015 y ¡1,15 en 2016! En efecto, este curso Jason Day aventaja a sus compañeros en más de un golpe por ronda solo entrando a valorar su actuación con el putter, unos guarismos que superan con creces el 0,97 del sueco Jesper Parnevik en 2007 y de Corey Pavin en 2008 o el 0,93 de Luke Donald en 2009. Y eso por no hablar de los de esta misma temporada, donde el segundo clasificado es Phil Mickelson, que está con un 0,78.
Cuando un jugador se siente seguro con este palo en las manos, todo es mucho más fácil. Otorga una seguridad inusitada y muestra de ello es que el número 1 del mundo ha logrado tres de los doce putts más largos de lo que llevamos de temporada –todos ellos por encima de los 21 metros-, en el que está incluido el logrado el pasado domingo en The Barclays, que además de la distancia tuvo que salvar la dificultad de las caídas.
En definitiva, que de seguir a este ritmo cerca del agujero y a poco que mejore sus prestaciones de cara a la búsqueda de trapo podemos tener número 1 para mucho mucho tiempo.
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