No hay día que no nos encontremos con una noticia de alcance en el mundo del Golf provocada por el efecto dominó que está ocasionando la expansión del COVID-19 por todo el planeta. Y en esta ocasión no iba a ser menos. Tres días después de anunciar que se suspendía el Masters de Augusta, el complejo de Georgia informó a sus miembros este pasado lunes que cerraba sus puertas en medio de las continuas preocupaciones por el coronavirus. Fue por carta y a través del presidente del campeonato, Fred Ridley, el método elegido por el campo americano para dar una de las noticias más importantes de toda su historia.
“En estos momentos nos encontramos en medio de una emergencia nacional. El coronavirus está afectando cada vez más todos los aspectos de nuestra vida y hemos evaluado cómo repercutirá esto al club. Tras un profundo análisis, hemos decidido que nuestro enfoque en el futuro debe ser la salud y la seguridad de nuestro excepcional personal, que es el corazón del Augusta National”, comenzó Ridley la misiva de la que se hizo eco Golf Digest.
“A partir de hoy vamos a tomar las medidas necesarias para reducir nuestras operaciones de modo que, a finales de semana, el club permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. Estaremos continuamente revisando la situación y enviaremos la información oportuna para dar claridad y comodidad durante estos inquietantes momentos. Si bien no conocemos lo que vendrá en las próximas semanas, seguro que nuestro club resurgirá más fuerte que nunca gracias al apoyo de nuestros miembros y de nuestro personal”, sentenció el directivo norteamericano.
Una decisión histórica, ya que el Augusta National suele cerrar unas pocas semanas después de la disputa del Masters y no se vuelve a abrir hasta octubre. Es por esto que muchos hablan de que tras esta apertura podría ser una buena fecha para llevar a cabo el campeonato en 2020. Aunque todo dependerá de cuándo pueda reanudarse la competición y en qué condiciones.