Hace dos años Dustin Johnson llegaba en plenitud de facultades al Masters de Augusta. El estadounidense aparecía como gran favorito para enfundarse su primera Chaqueta Verde después de demostrar un juego de otro planeta haciéndose con la victoria tanto en el WGC-México como en el WGC-Match Play y mostrando al mundo entero uno de los niveles más altos que se recuerdan en la última década. Sin embargo, un percance en forma de caída en la casa que tenía alquilada en Georgia le ocasionó una lesión en la espalda que le impidió ser de la partida en el primer Major del curso.
Una mala pata -nunca mejor dicho- de la que también ha sido víctima hace unas horas Austin Johnson, hermano y caddie del número 1 del mundo, quien se ha quedado muy cerca de no poderle acompañar con la bolsa en el Valspar Championship después de lesionarse una mano por culpa de una escalera situada en la casa que tenían alquilada la semana del Players. “Ya le dije que esas escaleras le acabarían jugando una mala pasada”, comentó entre risas DJ durante la rueda de prensa previa al torneo de esta semana en el PGA Tour.
“Estaba subiendo con todo el material por las escaleras cuando resbaló. Fue entonces cuando, al apoyarse, se acabó fracturando un hueso de la mano”, señaló. Una acción que explica e porqué del enyesado de Austin durante las horas previas del Valspar. No obstante, esto no ha acabado siendo un impedimento para llevar la bolsa de su hermano desde este mismo jueves. Eso sí, no se libra de meterse en la lista de extraños percances de golf.
Junto a él, cómo olvidarse de la casi amputación del dedo de Donaldson con una motosierra, la rotura de ligamentos de Rory mientras jugaba al fútbol, cuando Greg Norman estuvo a punto de perder la mano izquierda con una motosierra o la también rotura de un dedo del pie de Sam Torrance al patear por accidente una yuca -hecho que le hizo perder su partido individual de la Ryder de 1993-.