La golfista malagueña se puso como objetivo para esta semana en el ShopRite LPGA Classic de Galloway (Nueva Jersey) mejorar los resultados de los dos últimos meses de competición –la última vez que jugó una ronda dominical en Estados Unidos data del último fin de semana de marzo, cuando firmó un T64 en el LOTTE-. Y vaya si lo ha conseguido. La jugadora andaluza, tan segura de sus posibilidades como el viernes, protagonizó una vuelta sin apenas errores para aspirar a todo en el torneo, saliendo en uno de los últimos partidos del día.
Pocos podían presagiar la grandísima tarjeta que iba a firmar Azahara Muñoz (67 golpes, -5) a tenor de los visto en las primeras horas de juego. Y es que la de San Pedro de Alcántara, que salía desde el 10, no alteró el rumbo de su cartulina hasta cuando estuvo a punto de hacer el cruce. En el par 5 del 18, Aza consiguió su primer birdie del día. Y ya no paró. A este le siguieron cuatro más en el 3, el 4, el 7 y el 8 que la colocaban a solo tres golpes de las líderes.
Pero cuando todo apuntaba a que se iba a quedar así, un inesperado bogey en el 9 la retrasó hasta el T8, a cuatro impactos de la estadounidense Paula Creamer (67 golpes, -9) y la surcoreana In-Kyung Kim (67 golpes, -9). La otra integrante de la Armada que estará en los últimos 18 hoyos sobre la hierba del Stockton Seaview Hotel and Golf Club es la navarra Beatriz Recari (73 golpes, +1) aunque, eso sí, con una vuelta que poco o nada tiene que ver con la lograda 24 horas antes.
La pamplonica, que partía con un gran -1, aguantó el tipo hasta la duodécima bandera, momento en el que su marcador reflejaba un extraordinario -3. Pero los dos bogeys y, sobre todo, el dolorosísimo doblebogey de la última bandera le dieron la vuelta a la cartulina hasta el punto de irse hasta el positivo. María Parra (82 golpes, +13) vivió un inicio para olvidar con un cuádruplebogey, un triplebogey y cuatro bogeys en las nueve primeras banderas y se despide del torneo con las manos vacías.