Cuando mejor estaban nuestras jugadoras llegó la suspensión a la LPGA. El Kingsmill Championship amaneció el viernes con el cielo encapotado y unas ganas terribles de soltar agua por doquier. Y bien que lo hizo. Esto provocó que durante algunas horas nadie pudiese salir al campo -con el consiguiente retraso– y que todas las españolas presentes en Williamsburg (Virginia), que salían por el turno de tarde, no pudieran completar sus segundas rondas.
De todos modos, en el tiempo que pudimos verlas sobre el River Course tampoco hubo motivos para demasiadas alegrías -al menos si lo comparamos con el vueltón de Azahara solo 24 horas antes que la llevó directa al coliderato-. No hay más que ver a la malagueña, que ha pasado de integrar una de las primeras plazas del evento a deslizarse hasta el T17 con solo 14 banderas disputadas de este segundo día. Tres bogeys y dos birdies amanecen en la cuenta de la andaluza, que tendrá que aprovechar las cuatro banderas restantes para al menos arañar un Top 10 que en estos momentos está en -7.
Tras ella aparece María Hernández (Hoyo 11, -4), única integrante de la Armada en marcharse a Casa Club con la cartulina con números negativos en el día. Dos birdies y un solitario bogey le permiten a la pamplonica integrar el Top 26 con todavía dos pares 5 en juego que la podrían catapultar a la zona noble de una tabla que vuelven a dominar las estadounidenses y las asiáticas. La surcoreana In Gee Chun (66 golpes, -11) marca el ritmo, mientras que la norteamericana Austin Ernst (65 golpes, -10) y la japonesa Nasa Hataoka (66 golpes, -10) le siguen los pasos.
Beatriz Recari (Hoyo 11, -2) y Luna Sobrón (Hoyo 16, +3) -prácticamente sin opciones de acceder al fin de semana- completaron la hoja de servicios de las nuestras en este accidentado día.