¿Recuerdan a Sang-moon Bae? Exacto, el jugador surcoreano que tuvo que ausentarse por una larga temporada del circuito norteamericano por ser llamado a filas para hacer la “mili” en su país natal, algo ineludible para “todos los hombres sanos desde los 18 a los 35 años”, como afirma la legislación del país asiático. Pues bien, está muy cerca de volver a la competición. Y es que, aunque parezca mentira, ya han pasado dos años desde que Bae hiciera las maletas rumbo a Seúl para realizar su instrucción.
Su debut será el próximo mes en el Shinhan Donghae Open, un evento cosancionado por el Asian Tour y el Korean PGA. “A pesar de que no he jugado mucho en todo este período, me ha dado tiempo a amar el golf mucho más”, comentó el jugador de 31 años en un comunicado transmitido a los medios. “Ahora tengo mucho trabajo por delante. Me moría de ganas por volver a coger los palos. Quiero entrenar y jugar un torneo. He estado soñando con el momento en el que estoy de nuevo en la lucha por un título”, sentenció el biganador en el PGA Tour.
Ahora bien, Bae no empezará de cero, pues reconoció que está en plena forma después del continuo entrenamiento levantando pesas y haciendo cardio. Esto le servirá de acicate para darlo todo sobre el campo y prepararse para la temporada 2017/2018, en la que tendrá una exención en el circuito más importante del mundo. Y es que no hay que olvidar que, pese a los intentos de evitar el servicio militar –llegó a presentar un recurso alegando que tenía su residencia habitual en los Estados Unidos-, Bae fue llamado a filas con la temporada recién iniciada, lo que le perjudicó enormemente.
Esta exención, dirigida a “compromisos ineludibles, tanto religiosos como militares” podría incluso prorrogarse un curso más, cuya decisión recaería en exclusiva en el comisionado Jay Monahan.