A sus 52 años Vijay Singh ha sido el nombre que todos han pronunciado durante la disputa de los primeros 18 hoyos sobre la hierba de Waialae CC de Hawái. The Big Fijian, como es conocido en el circuito, ha necesitado ni más ni menos que 570 torneos en el PGA Tour para hacer lo que ha hecho hoy: acabar con 63 golpes la primera ronda para un resultado de siete por debajo del par del campo, unos números que invitan a pensar en el golfista oceánico como uno de los posibles jugadores que optan a la victoria.
Un triunfo que se le resiste desde hace más de siete años, cuando consiguió vencer con cinco golpes de ventaja para adjudicarse su segundo Deutsche Bank Championship. Pero no lo tendrá nada fácil. Los estadounidenses Ricky Barnes, Morgan Hoffmann, Kevin Kisner y Brandt Snedeker –T3 en el pasado Tournament of Champions- se han propuesto sacar ventaja de la ausencia de algunos de los mejores del mundo y lideran junto a Singh después de haber cuajado una ronda rozando la perfección.
Detrás de ellos se ha colocado, a sólo un golpe, el surcoreano Si Woo Kim, además de Zack Johnson y Charles Howell III; y a dos un grupo de once jugadores integrado por golfistas de la talla del canadiense David Hearn, la joven promesa Tony Finau o el inglés Luke Donald, que alegra verle por la parte alta después de que hace unos días reconociera que había estado cerca de dejar la práctica del golf tras pasar por un bache emocional.
Como anécdota cabe contar que Robert Allenby, que regresa a Honolulu después de que el año pasado denunciara que había sido “secuestrado, robado y abandonado en un parque” mientras se encontraba en un bar de la isla, tendrá complicado pasar el corte tras entregar una tarjeta con 73 golpes, tres por encima del par.