Fue un día complicado para todos en Australia. Las fuertes lluvias caídas sobre el complejo posibilitaron que se vieran situaciones donde los errores se penalizaban con más severidad. Y la más clara muestra la tenemos en el hoyo 13, donde los bunkers se convirtieron en obstáculos de barro más que de arena. Fíjense si no en la gran maniobra que tuvo que hacer Poulter para poder llevar la bola a green. Un disparo increíble teniendo en cuenta la impredecibilidad de la bola con tanto barro encima.