Bernhard Langer sabía que tenía que jugársela en el tramo final del Chubb Classic para seguir luchando por el título y por ello no dudó en jugar el driver desde la mitad de la calle en el par 5 del 15 del Tiburón Golf Club. Un golpazo sin paliativos con el que no solo cazaba el green si no que dejaba la bola a la altura de bandera a poco más de dos metros por la derecha.