La oportunidad de embolsarse 10 millones de dólares, 11,44 si gana el torneo, de una tacada se presenta en muy pocas ocasiones para un jugador profesional de golf. Eso ha debido pensar Billy Horschel, segundo clasificado en la FedEx Cup y uno de los máximos aspirantes a llevarse tan codiciado botín.
El estadounidense se encuentra en una disyuntiva esta semana a causa del posible nacimiento de su primer hijo. «Mi esposa y yo estamos esperando nuestro primer hijo, una niña», dijo Horschel tras finalizar líder en la ronda de apertura del jueves.»En el campo no pienso en ello. Hemos decidido que si ella se pone de parto mientras estoy jugando, seguiré jugando, porque 10 millones de dólares es mucho dinero. En caso de que se produzca volaría después de la ronda para estar con ellas, pero regresaría más tarde al campo».
«Mi esposa jugaba al golf en la Universidad de Florida. Ella entiende lo que significa esta victoria y los PlayOffs de la FedExCup». El ejemplo más reciente es el de Hunter Mahan que abandonó el campo en agosto de 2013 cuando después de dos rondas lideraba el RBC Canadian Open.
Horschel, segundo en el ranking FedEx, depende de si mismo para hacerse con los 10 millones de dólares. Lo lograría venciendo en el Tour Championship, pero incluso siendo sexto podría adjudicarse la bolsa dependiendo de otros resultados.