Era el momento en el que tienen que aparecer los grandes jugadores. Y Justin Thomas aceptó el reto. Tenía la obligación de embocar si no quería salir del partido que le enfrentaba a Matsuyama y a An con medio punto más en el marcador. Y este putt antológico desde cinco metros le sirvió al dueto compuesto por Thomas y Woods sumar la segunda victoria en la competición e iniciar una remontada que le permitió a los americanos maquillar un tanteador que le había llegado a poner con 6-1 en contra.