Si alguien venía buscando en el Greenbrier un torneo con numerosas pruebas para los golfistas, calles estrechas difíciles de coger y un sinfín de dificultades en las proximidades de bandera que se vaya despidiendo. Y es que hemos pasado en solo unas pocas semanas de un recorrido como el preparado por la USGA para Shinnecock Hills -donde encontrarse con un birdie era gloria bendita- a uno de los eventos regulares -y con uno de los campos más sencillos- del PGA Tour.
Solo hay que darse una vuelta por la tabla clasificatoria y ver cómo se presenta de cara al fin de semana la zona noble. Hasta seis jugadores arrancarán la jornada del movimiento por encima de los diez golpes por debajo del par, con el estadounidense Kelly Kraft (63 golpes, -13), el indio Anirban Lahiri (61 golpes, -12) y el también norteamericano Webb Simpson (67 golpes, -12) coronando el podio del evento después de sendas rondas en las que han demostrado que se pueden hacer pocas sobre la hierba del The Old White TPC.
Si no que se lo digan a Lahiri, que ha destrozado el campo con una exhibición que le dejó muy cerca de haber logrado los 60 golpes y el diez bajo par en el día. Un cien por cien de greenes en regulación -en efecto, no falló ninguno de los 18- y un auténtico disparate con el putter en las manos -ganó 5,35 golpes de media respecto al campo en las inmediaciones de bandera- le llevaron a entregar una cartulina con nueve birdies y nueve pares para quedarse a uno de un Kelly Kraft que buscará su primer triunfo en el mejor circuito del mundo.
En el LECOM Health Challenge del Web dot com mal día para el «alicantino» Samuel del Val que, a pesar de haber arrancado el torneo con mucha energía para ocupar un lugar entre los 35 mejores clasificados, un dolorosísimo doblebogey en la última bandera del viernes le obligó a hacer las maletas antes de tiempo al igual que el valenciano Mario Beltrán.