Superlativa primera jornada la que nos ha deparado el Wyndham Championship con un estratosférico Rafa Cabrera-Bello (63 golpes, -7), quien se ha colocado líder tras su primer paso por Casa Club gracias a una gran vuelta en la que ha acabado sin fallos. Y es que lo del golfista canario no tiene nombre. Este 2016 está siendo su año. Ya lo demostró hace unos meses consiguiendo la tercera plaza en el WGC-Match Play ante el norirlandés Rory McIlroy, lo corroboró participando en los cuatro Grandes por primera vez en toda su carrera –con un resultado más que satisfactorio- y puso la guinda hace solo cinco días con su quinta posición en los Juegos Olímpicos de Rio.
Pero todavía no ha dicho su última palabra esta temporada, y el evento que se disputa en Greensboro (Carolina del Norte) parece la oportunidad perfecta para que desde más allá del charco vayan familiarizándose con su nombre. Cabrera-Bello partía en uno de los primeros partidos del día, pero eso no fue ningún inconveniente para hacer un enorme resultado ante el que solo Kevin Na ha podido responder.
Cinco birdies y un eagle –que estuvo a dos metros de convertirse en albatros- tienen la culpa de que le veamos encabezar la tabla en estos instantes. Y todo ello con un juego sin fisuras que le permitió dejarse oportunidades francas de embocar en el green –y eso que erró un par de putts de escasa distancia, porque el resultado podía haber sido escandaloso-.
A Jon Rahm (70 golpes, Par) se le han atragantado los primeros 18 hoyos en el Sedgefield CC por culpa de la parte final de su recorrido, donde ha salido con bogey en las dos últimas banderas. Hasta ese momento, el jugador de Barrika (Vizcaya) marchaba con dos birdies sin fallos en su haber, pero una bola al agua en el 8 y un tripatteo en el 9 han dado al traste con sus esperanzas de poder entregar una tarjeta con guarismos en negativo. Eso sí, mañana deberá llenar su cartulina con muchos birdies si no quiere ver cortada la racha de cien por cien de cortes superados desde que es profesional.