Steven Bowditch venció con autoridad en el AT&T Byron Nelson disputado en el Four Seasons Resort de Irving (Texas). El australiano no dejó lugar a la emoción y prácticamente dejó para sentencia el torneo con un gran putt en el 16. El golfista de 31 años arrasó el campeonato de cabo a rabo –firmó en la primera jornada 62 golpes, ocho por debajo del par– y solo Dustin Johnson fue capaz de ponerle en aprietos en la jornada dominical, aunque sin demasiada convicción –un cuádruple bogey en el 6 le alejó de toda posibilidad de victoria–.
Al término de las cuatro rondas, el aussie finalizó con -18, cuatro por encima de sus inmediatos perseguidores, los estadounidenses Charley Hoffman, Jimmy Walker y Scott Pinckney.
Con esa serenidad que le caracteriza, el jugador de Newcastle se dirigió al hoyo 17, sabiendo que con una buena salida el torneo estaba en sus manos. Disparó con su hierro buscando la izquierda del green del par 3 de este majestuoso campo cuando se dio cuenta de que su bola se iba a la derecha con claro riesgo de besar el agua. Sin embargo, botó en green y se quedó a escasos centímetros del agujero.
La suerte del campeón. En ese momento supo que el campeonato iba a ser suyo. Pegó con calma y sumó su segundo birdie seguido. Agitó su puño y enfiló el 18, el último obstáculo que le separaba de su segunda victoria en el PGA, después del Valero Texas Open del pasado año. Cerró su participación con un par y puso punto y final al evento.
De este modo Bowditch se une a Peter Thomson, Bruce Devlin, Adam Scott y Jason Day como únicos australianos en conquistar el AT&T Byron Nelson, un torneo que, por lo que respecta a los nuestros, dejó la gran actuación de Gonzalo Fernández-Castaño, que acabó empatando en la 16ª posición con nueve golpes bajo par y que realizó el domingo la mejor vuelta del día (-6), solo igualado por Zach Johnson. Así, el madrileño sube 16 posiciones y se coloca en el puesto número 170 en la FedEx Cup en su lucha particular por conservar la tarjeta.