A ver quién es el guapo que, después de lo visto esta semana sobre la hierba de Oak Hill, saca de la ecuación de la Ryder Cup a Brooks Koepka (67 golpes, -9). El estadounidense, después de una semana en la que tan solo once jugadores pudieron finalizar su actuación con números por debajo del par del campo, sumó en sus vitrinas el que ya es su quinto Major -todos ellos conseguidos desde 2017– y llena de razón a todos aquellos que apostaban por él como uno de los grandes nombres del 2023.
Después de todo, el deportista de West Palm Beach ya se alzó con el subcampeonato en el pasado Masters de Augusta y lo logrado esta semana sobre suelo neoyorquino vuelve a incidir en aquella falacia que afirmaba que todas aquellas ovejas descarriadas que abandonaban el redil del PGA Tour dejarían de ser competitivas tarde o temprano. No ha sido así en el caso del golfista de las barras y estrellas, que este domingo ha vuelto a dar una lección de Golf con una vuelta en la que, a pesar de acabar con más fallos que en ningún otro día, en ningún momento vio peligrar el trofeo Wanamaker.
Ya desde el inicio BK consiguió tres birdies de manera consecutiva que pusieron en evidencia el gran nivel de los tres días anteriores y, a pesar de que atravesó por un bache de juego en la parte final de sus nueve primeros hoyos -salió con bogey de la sexta y la séptima bandera-, el empuje de Viktor Hovland (68 golpes, -7) y el de su compatriota Scottie Scheffler (65 golpes, -7) no fue tan fuerte como para ponerlo en serios apuros. De esta manera, Koepka jugó desahogado la segunda parte del recorrido, anotándose cuatro birdies y dos bogeys que terminaron siendo claves en un triunfo que vuelve a situarlo entre los grandes de este deporte.
Aunque si hablamos de grandeza no podemos obviar el nombre de Michael Block (71 golpes, +1), que ha sido por méritos propios uno de los golfistas del torneo. El pro de Arroyo Trabuco bajó del Top 10 después de terminar el domingo por encima del par, pero esto no fue óbice para que se llevara el cariño de los aficionados del Golf del mundo entero. Y es que el golfista de 46 años completó su cuento de hadas con un Hoyo en Uno en la última jornada que lo elevó a los altares de este deporte.
Block terminó el día con tres bogeys y el mencionado Ace para instalarse en el Top 15 y dar el mayor salto que se ha dado nunca en el ranking mundial desde su existencia. El norteamericano ha avanzado más de tres mil puestos para situarse como el 577º mejor jugador del planeta. Un reconocimiento a unos días que ya están grabados a fuego en la retina de los aficionados y que hace que nos reafirmemos en por qué amamos este deporte.
Todo ello en una semana que no ha sido propicia para la Armada en término de resultados. Y es que Jon Rahm (71 golpes, +7) finalizó en el Top 50 después de un domingo en el que los dos birdies iniciales quedaron sepultados por los tres bogeys del resto de la ronda. Pablo Larrazábal (74 golpes, +12) terminó en el Top 65 después de dos aciertos y seis fallos.
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— PGA Championship (@PGAChampionship) May 21, 2023
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