Bryson DeChambeau: cuando la revolución en el putter tiene nombre y apellidos (Inc. VÍDEO)

“El mundo es de los valientes” es una frase hecha que suele utilizarse a menudo cuando alguien intenta cambiar radicalmente la forma en la que vemos las cosas en cualquier ámbito de la vida. Sucedió hace unas décadas en el mundo del atletismo, cuando un tipo llamado Dick Fosbury decidió desafiar todo lo preestablecido saltando de espaldas para superar el listón situado a varios metros de altura… y el golf no podía ser ajeno a esta vorágine de cambios que ha experimentado el deporte a lo largo de la historia. ¿Quién sabe si pasados cincuenta años recordaremos a Bryson DeChambeau como ese tipo que decidió cambiar la manera en la que todo el mundo pateaba?

El estadounidense, desde luego, no es lo que pretende, pero está dando mucho que hablar la forma en la que ha comenzado a golpear a la bola en las inmediaciones del green desde hace un par de semanas. Y ya no solo el cómo, sino también con qué. Y es que DeChambeau es un sospechoso habitual en estas lides. El conocido como “científico del golf” saltó a la fama siendo todavía un jugador universitario por llevar a cabo una investigación en la que comprobó que, dada su manera de jugar, le convenía más llevar en la bolsa todos los palos con la misma longitud. En aquel entonces no se fijó en el putter, pero dado su escaso éxito durante la pasada temporada –en la que a punto estuvo de quedarse sin tarjeta del PGA-  con este palo en las manos, decidió pasar a la acción.

“Hace un tiempo cogió una copa de poliestireno, la cortó por la mitad y le puso un mango en el medio. Comenzó a practicar los putts con eso. Solo Bryson podría hacer algo así”, comenta Mike Schy, el entrenador de swing del joven jugador norteamericano. Sin saberlo, ese palo tan rudimentario se ha transformado en el prototipo que está utilizando esta semana en el Franklin Templeton Shootout de Naples (Florida). Con él, DeChambeau ha estado practicando al menos durante siete horas al día durante las dos últimas semanas, y parece que le ha dado resultados.

“Bio-mecánicamente es mucho más eficiente que el anterior”, argumenta el propio golfista, al mismo tiempo que deja entrever su timidez por haber hecho público su nuevo modo de patear. “He pensado mucho sobre la percepción que va a tener el mundo sobre mí, pero podré soportarlo. No quiero que me consideren como el tipo que trató de cambiar el juego, sino como alguien que intentó hacer el golf más fácil para sí mismo”, sentenció.

Y es que la nueva manera de patear no tiene desperdicio. Bola colocada paralela a su pie derecho, pie derecho ligeramente adelantado respecto al izquierdo, mano izquierda cerrada justo debajo de su codo derecho… Puede parecer un galimatías, pero los números hablan por sí solos.

What’s up with this new putting stance?

Bryson weighs in: https://t.co/NQx0el3r66 https://t.co/u3b9NP7hyi

— PGA TOUR (@PGATOUR) 8 de diciembre de 2016