Después de casi dos meses alejado de los campos, Bryson DeChambeau volverá a vivir en sus carnes un torneo al más alto nivel. Desde que una lesión en la cadera y en la mano le obligara a retirarse antes de tiempo del Saudi International -un evento para el que era uno de lo grandes atractivos-, el deportista de 28 años no había vuelto a ser de la partida en un campeonato del PGA Tour -un hecho que le ha obligado a retrasarse hasta la decimotercera plaza del ranking mundial-. Por suerte, el WGC-Match Play servirá para que le volvamos a ver junto a los mejores del planeta.
Ahora bien, DeChambeau es consciente de que todavía está muy lejos de alcanzar el cien por cien físicamente y explicó que será muy difícil que lo veamos pelear por el triunfo: “Vengo sin expectativas. Es una gran semana para estar aquí y voy a intentar hacerlo lo mejor posible”, reconoció el campeón del US Open del año 2020 en la rueda de prensa previa a la primera jornada en el Austin Country Club texano. Un lugar en el que se atrevió a explicar los orígenes de la lesión que le ha obligado a estar en el dique seco desde febrero.
“La gente ha rumoreado mucho sobre la lesión y se ha dicho que se debía al entrenamiento con los driver y todo eso. Obviamente, algo tiene que ver. Eso sí, no lo cambiaría por nada. Todo este tiempo me ha servido para conocer mi cuerpo y aprender lo importante que es el descanso. Pero lo que es la lesión en sí misma se debió a que me hice daño jugando al tenis de mesa durante el Saudi International. A raíz de ahí el problema se agravó y he estado dos meses sin jugar”, añadió.
Unas dolencias que espera mitigar en los próximos torneos para llegar en plenitud de facultades a la cita en el Masters de Augusta.
Finally swinging my driver again. Time to push for the Masters. pic.twitter.com/6oiiNxqObj
— Bryson DeChambeau (@b_dechambeau) March 22, 2022
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