El bicampeón de la Chaqueta Verde no tiene pelos en la lengua. A sus 37 años, el jugador de PING sabe lo que le gusta y lo que no en términos golfísticos y, a tenor de las declaraciones en la previa del Waste Management Phoenix Open, el campeonato que se está disputando esta semana dejó hace algún tiempo de ser de su agrado.
Por decirlo de otro modo, su visita anual al TPC Scottsdale se ha convertido más en un evento con el que cubrir el expediente con los patrocinadores que en un torneo a disputar con la esperanza de obtener el triunfo. Y eso que en las dos últimas temporadas se ha alzado con el subcampeonato –además de poseer el liderazgo histórico en relación hoyos jugados-puntuación de este complejo situado en Arizona-. Pero ni por esas. Los últimos cambios realizados el año pasado en las calles y los greenes han sido el detonante que ha hecho saltar el polvorín.
“Estoy aquí por mis patrocinadores y porque me encanta venir a este torneo, pero no me gusta el campo”, aseguró ante los medios de comunicación. “Hablo por mí cuando digo que los cambios efectuados en el campo eran completamente innecesarios. Todo estaba bien. A nosotros nos gustaba y al medio millón de personas que venía a vernos también parecía agradarles. No veía ninguna razón por la que se introdujeran esas modificaciones”, sentenció.
Y es que antes de la edición de 2015 el diseñador y ex jugador del PGA Tom Weiskopf endureció el curso de una manera nunca vista anteriormente. Allanó los greenes, estrechó las calles, le dio más terreno a los bunkers… En definitiva, unas decisiones encaminadas a fomentar el espectáculo y cautivar aún más al espectador en detrimento de la paciencia de los jugadores con mayor pegada.
“Lo único que han conseguido es poner tensos a los jugadores llamados a estar en la cabeza de la clasificación, porque las puntuaciones siguen siendo las mismas. Estos cambios han convertido al TPC Scottsdale en un terreno bobo y duro. Sigo sin ver el porqué de esta decisión”, repitió incesantemente.
Lo cierto es que, aunque se queje mucho, el de Bagdad tiene un don para este campo, pues al término de la primera jornada se ha situado a sólo dos golpes de la parte alta de la tabla.