El número 1 tendrá que esperar -y Dustin Johnson bien que lo agradece, que podrá descansar tranquilo en casa-. Y es que Justin Thomas, que hasta semifinales se había deshecho de sus rivales con una facilidad pasmosa, tuvo en Bubba Watson la horma de su zapato. El jugador de PING llevó a cabo una eliminatoria muy seria, mostrándose intratable desde el tee y embocando putts como antaño, recordándonos a aquel jugador que se llevó dos Chaquetas Verdes de Augusta y que integró durante muchas semanas los diez primeros lugares de la clasificación mundial.
Un claro 3&2 que comenzó a fraguarse desde el principio, concretamente desde el 1. Bubba conectó aquí un extraordinario approach desde el centro de la calle para dejar la bola a menos de dos metros de bandera, convertir el putt y poner desde entonces la ventaja en el luminoso. Una diferencia que no dejó escapar en ningún momento del envite, llegando incluso a ponerla en los tres hoyos de ventaja llegado el 6. Y, aunque Thomas lo intentó -se llegó a poner a 1 antes de alcanzar el 10– fue un mero espejismo.
El jugador de Florida, mucho más entero sobre el Austin Country Club, mantuvo a raya la situación simplemente no metiéndose en jaleos, lo que le acabó dando el pase a la gran final que se está disputando en estos instantes. Allí le espera su compatriota Kevin Kisner, que en uno de los duelos más igualados de lo que va de torneo venció al sueco Alex Noren en el hoyo 19 para darse una ocasión de conseguir la tercera victoria de su carrera en el PGA Tour.