Aunque se acabó cayendo en los instantes finales, no hay duda de que el fin de semana vivido en Muirfield Village ha sido uno de los mejores de los últimos meses para Bubba Watson. El jugador de PING, que viene de una temporada complicada en cuanto a juego, cuajó el sábado una de las mejores vueltas del día con 68 impactos para quedarse muy cerca de los líderes, algo que se ganó con creces tras los últimos nueve hoyos.
En estos, el jugador de Florida consiguió un eagle y cuatro birdies que le permitieron salir en uno de los últimos partidos del domingo. Y precisamente detrás del último de los birdies hay una intrahistoria que merece la pena contar. Hoyo 18, Bubba manda la bola desde el tee al bunker de la calle. Y allí que va. Pero cuando va a golpear se encuentra con un espectador muy molesto, que le hace la preparación del golpe imposible.
Aun así, el estadounidense consigue dejarla en green, eso sí a cerca de seis metros de bandera. Y entonces surgió de estas cosas que tienen los cracks, que se levantan en las situaciones más adversas. Apuntó, embocó… y la celebración tenía una dedicación especial. Se volvió hacia el público y, dirigiéndose al espectador que minutos antes se lo había hecho pasar tan mal, se descubrió la gorra y le hizo una reverencia. Genio y figura.
A birdie and a bow for @bubbawatson‘s heckler ?? pic.twitter.com/CcjqoNYVy9
— Golf Channel (@GolfChannel) 3 de junio de 2017