Sam Burns no se fue con las manos vacías del Colonial CC y no lo decimos por el cheque de 1.512.000 dólares que se embolsó por su triunfo en el Charles Schwab Challenge que lo mete de lleno en el Top 10 del ranking mundial, ni por los 500 puntos FedEx que le transporta hasta la segunda plaza de la orden de Mérito del PGA Tour tan solo por detrás de Scottie Scheffler, ni tan siquiera por el enorme trofeo y la chaqueta tartán ofrecida al campeón.
Y es que desde hace unos años es tradición que el campeón salga de Fort Worth con un un coche deportivo restaurado y customizado. En esta edición el vehículo elegido es un Pontiac Firebird Trans Am de 1979, que los organizadores del torneo han apodado «Schwab Firebird».
Dicho automóvil cuenta con un motor General Motors Crate LS3 Small-Block V-8 de 430 caballos. El coche se detiene utilizando frenos de carrera Baer con rotores de 13”. El interior ofrece asientos eléctricos Porsche Panamera, indicadores Dakota Digital y un sistema de audio Kicker, así como la palabra «Schwab» inscrita por diferentes partes de la carrocería y en la tapicería interior.
En 2019 Kevin Na ganó un Dodgers Challenger también del 1979 completamente renovado y personalizado, y en 2021, Jason Kokrak recibía el Schwab Power Wagon de 1946 como premio del torneo.
The sweet sound of victory @SamBurns66 ? pic.twitter.com/kB143PQteK
— PGA TOUR (@PGATOUR) May 30, 2022