Pocos imaginábamos cómo terminaría la jornada después del gran comienzo que presentó en los cuatro primeros hoyos Rafa Cabrera-Bello (76 golpes, +7). Pero esto es Golf. Un mal golpe, una mala sensación y el castillo de naipes sobre el que se está cimentando la remontada se viene abajo en un suspiro. “Se arrancó bien”, afirmó el español ante el micrófono de la enviada especial a Carnoustie Chiki Trillo, poco antes de dar la clave de una ronda que le obligará el domingo a salir desde el último partido del día.
“Necesitaba salir concentrado y lo conseguí. Era lo menos que podía hacer para lograr entregar una buena cartulina con la que pelear por subir todas las posiciones posibles y luchar por el Top 10 o quien sabe si con algo más. Pero todo se estropeó en el 6. La tiré fuera de límites y esto marcó un antes y un después”, añadió.
Desde el triplebogey de esta bandera, el grancanario lo siguió intentando, manteniendo opciones de birdie. Sin embargo, la bola no quiso entrar. “No terminé de aprovechar las oportunidades y al final me acabó cayendo otro bogey al 10. El resto de vuelta fue una sangría”, sentenció el único jugador nacional sobre el campo escocés el fin de semana, al que cinco bogeys sin aciertos en los nueve últimos hoyos terminaron por sentenciar en un día en el que tuvo como compañero de juego a un infatigable Bernhard Langer.
“Lo de Langer es impresionante. Juega de libro. Es cierto que opta por una estrategia conservadora que no te permite fallar, pero es que no ha fallado ni un solo tiro desde el tee. Desde ahí daba igual el hierro que utilizase, pues la llevaba a green y, además, con oportunidades claras de birdie”, sentenció. No es de extrañar, pues, el enorme -3 en la ronda del teutón.
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