Durante muchos minutos llegamos a creer que la victoria podía ser real o, al menos, quedarse muy cerca. Unas sensaciones que a buen seguro compartió Rafa Cabrera-Bello (69 golpes, -10) en el inicio de esta tercera ronda del CIMB Classic que se está disputando en Malasia. El grancanario sorprendió a todos con un comienzo de día sencillamente espectacular que si para algo le ha servido es para alargar las buenas sensaciones de comienzos de semana y para darle a los líderes un buen pocos minutos después de que saltaran al campo.
Básicamente porque el grancanario fue un torbellino de juego en su inicio. Hasta cinco birdies consiguió en sus cinco primeros hoyos, a los que añadió uno más en su novena bandera del día para catapultarlo directamente cerca del liderato del torneo. Y cuando todos estaban expectantes a lo que podría ser una vuelta histórica… El jugador de la Armada se paró en seco. Tres bogeys consecutivos en el 10, el 11 y el 12 le imposibilitaron continuar con la grandísima ronda protagonizada hasta el momento y deslizarse en la tabla.
Si a esto le añadimos que sus grandes rivales por el triunfo consiguieron tarjetas absolutamente espectaculares –no hay más que ver a Hideki Matsuyama (63 golpes, -15) y a su nueve bajo par– entendemos las dos posiciones perdidas respecto a la jornada del viernes. En estos momentos, Cabrera-Bello ocupa la novena plaza, a seis golpes de la tercera plaza del podio en posesión del surcoreano Sung Kang (65 golpes, -16), a siete del segundo puesto del norteamericano Xander Schauffele (67 golpes, -17) y a once de Pat Pérez (64 golpes, -21), el líder.
El norteamericano sigue yendo de menos a más conforme van pasando los días y este sábado ha conseguido entregar una cartulina con 64 golpes. Un ocho bajo par logrado a base de esfuerzo en los últimos nueve hoyos que bien le vale ganarse el derecho a ser el rival a batir en estos momentos.