Pocos pero bien avenidos. Así podríamos definir a los cuatro españoles que han conseguido colarse en los últimos 36 hoyos del Scottish Open sobre el Dundonald Links de Ayrshire. Y más después de la ronda sabatina, que nos ha dejado con todos ellos entre los 29 mejores jugadores en la antesala del tercer Major de la temporada. De entre todos ellos destaca la actuación del canario Rafa Cabrera-Bello (69 golpes, -5), que con la mejor vuelta de la semana se ha colado en el Top 10 y se guarda una oportunidad de pelear por el triunfo a una semana de pisar Royal Birkdale.
Ahora bien, no fue una vuelta tranquila para el isleño. El deportista de 33 años vivió de todo en suelo escocés hasta el punto de entregar una cartulina con hasta ocho birdies y cinco bogeys, con lo que solo hubo cinco banderas en las que salió con el par, un resultado que le coloca a cuatro impactos de los ingleses Callum Shinkwin (72 golpes, -9) e Ian Poulter (71 golpes, -9) y el australiano Andrew Dodt (71 golpes, -9), el triunvirato de líderes que partirá con ventaja este domingo.
Pero Cabrera-Bello no es el único jugador nacional con un ojo puesto en la parte alta de la tabla, pues Adrián Otaegui (73 golpes, -4) va camino de sumar su tercera semana consecutiva en un evento de las Rolex Series finalizando en el Top 20. Primero fue el Open de Francia, hace siete días el Open de Irlanda y en estos momentos se encuentra en el T17 del Open de Escocia. Ahora bien, todavía le queda trabajo por delante. De hecho, en la ronda del sábado disparó un golpe por encima del par del campo tras cuatro bogeys y tres birdies y se queda a uno del Top 10.
Algo más alejados están el cacereño Jorge Campillo (73 golpes, -2) y el madrileño Alejandro Cañizares (72 golpes, -1), que pese a haber entregado tarjetas por encima de los 70 impactos todavía guardan posibilidades de acercarse a la zona noble.