Hay que ver como es esto del golf. Por lo escuchado este viernes a Jon Rahm y Rafa Cabrera-Bello podríamos decir que estaban jugando campos distintos y sin embargo ambos había finalizado su segunda ronda en el 82º edición del Masters en Augusta. Y es que si para el vasco los primeros diez hoyos fueron jugados de forma correcta y a partir del 11 fue casi la perfección, para el canario fue todo lo contrario ya que en el 10 era líder y los ocho restantes le «sobraron«.
«Al principio fue un poco montaña rusa con bogey, birdie, bogey, birdie, pero en general bien hasta los diez primeros hoyos que iba bajo par. Salían bogeys, pero también grandísimos golpes para birdies«, relataba el jugador canario a nuestros compañeros de MovistarGolf. Y lo cierto es que esa montaña rusa le llevó hasta lo más alto de la tabla, posición que ocupó durante algún tiempo. Otra cosa fue las últimas ocho banderas.
«Ha sido una pena los últimos ocho hoyos, me echaron para atrás estando bien colocado. Ha sido el hoyo 11, que es un hoyo difícil, en el que sin hacer nada estrepitosamente mal me ha caído un doblebogey y no he aprovechado los pares 5. No he pegado malos golpes pero no he acertado exactamente con el viento y el final ha sido una pena con esos dos bogeys. Un poquito desilusionado porque no he jugado mal, me he puesto ahí arriba pero he notado que he perdido muchas posiciones«, se lamentaba el español.