El golfista canario estará en la disputa final por hacerse con el que sería su sexto título como profesional -el tercero en el circuito europeo-. Y es que el español ha podido mantener a raya el tornado provocado sobre la hierba del Emirates GC por el inglés Danny Willett (-16), que inició la jornada con la vista puesta en hacer saltar por los aires este Omega Dubai Desert Classic.
El británico, como sucedió en la jornada de ayer, volvió a entregar la segunda mejor tarjeta del día con -7 -sólo superado por el danés Joachim Hansen- y llega a los últimos 18 hoyos aventajando en un golpe a Rafa Cabrera-Bello (-15), que firmó la nada desmerecedora cifra de cinco birdies, un eagle y dos bogeys.
Álvaro Quirós (-9), que iniciaba la ronda sabatina a sólo dos golpes del grancanario, realizó una jornada con dos golpes por debajo del par y prácticamente dice adiós a sus opciones de triunfo debido a la gran cantidad de birdies logrados en esta penúltima jornada del tercer y último evento de la gira del desierto. Lo mismo le sucede al norirlandés Rory McIlroy(-8), que no ha podido hacer valer su condición de máximo aspirante para conseguir la victoria y se sitúa muy lejos del grupo de cabeza.
Del resto de la actuación española cabe comentar la gran ronda realizada por Alejandro Cañizares (-8), que calca los guarismos del actual número dos mundial y se coloca en el T21, a sólo dos golpes de un Top 10 que sabría a gloria a tenor de lo lejos que estaba de los líderes en las primeras horas del evento. Jorge Campillo (-5) también se ha podido sumar a la ola de tarjetas que han acabado en negativo y avanza hasta el T42, un puesto con el que no se va a conformar.
El barcelonés Pablo Larrazábal (Par) fue el único jugador nacional en poner el positivo en sus números y a buen seguro que dedicará el domingo a intentar compensar esta aciaga mañana en los greenes.