Puede que durante el día de hoy los focos se hayan centrado en el golfista norirlandés, que ha jugado sus cartas y tiene prácticamente encarrilado el WGC-Cadillac que se está disputando en Miami (Florida). Sin embargo, si hablamos de estrellas que han irradiado con luz propia durante la ronda sabatina, tenemos que detenernos obligatoriamente en Rafa Cabrera-Bello (-5) y en Sergio García (-5), que compartirán partido el domingo.
Ya decíamos ayer que la tónica de la primera jornada había quedado atrás y que ambos golfistas ansiaban una ronda que les permitiera sacar todo el juego que llevaban dentro. Pues bien, ese día ha llegado. Los dos deportistas nacionales han vuelto a calcar guarismos un día más –y ya van tres-, pero esta vez tiene especial trascendencia. El -5 que figura en sus marcadores supone haber entregado las mejores tarjetas del día, lo que les ha permitido pegar un salto de gigante desde la mitad de la tabla hasta la séptima posición que ocupan en estos momentos.
El canario, como ya ocurriera el viernes, ha tenido que sobreponerse a una primera parte del recorrido con alguna que otra imprecisión. Dos fallos consecutivos en los hoyos 5 y 6 habían dejado prácticamente sin efectos el birdie de la primera bandera. Pero Cabrera-Bello no se detuvo y, a partir de ese momento, volvió a ser el Rafa de estos primeros meses del año en el circuito europeo. Tres birdies consecutivos en el 7, el 8 y el 9 a los que añadió más tarde otros tantos en las banderas 12, 15 y 16 posibilitaron la remontada.
El castellonense, en cambio, se ha querido evitar sufrimientos innecesarios y ha empezado como un tiro su vuelta, sumando dos birdies sin fallo en la primera parte. En la segunda, cuatro birdies más y un único error le han permitido colocarse a solo dos golpes de los segundos clasificados, el hasta ayer líder Adam Scott (-9) y el estadounidense Dustin Johnson (-9). Y es que la primera plaza se queda bastante lejos a tenor del temple mostrado hoy por Rory McIlroy (-12).
El norirlandés ha entregado junto al japonés Hideki Matsuyama la segunda mejor tarjeta del sábado para poner tierra de por medio en un torneo que ya comenzó a romper el viernes con un -7. Hoy, viendo lo desacertado de su compañero de partido Adam Scott, el número 3 del planeta se ha limitado a no arriesgar en exceso y aprovechar las cuatro oportunidades que dispuso. Una táctica conservadora que, sin embargo, puede concederle el primer título en 2016. Doral dictará sentencia en unas horas.