Sigue la guerra abierta entre los caddies y el PGA Tour. El Arnold Palmer Invitational de este pasado fin de semana no ha hecho más que confirmar que la grieta entre caddies y circuito profesional es cada vez más acentuada. La semana pasada conocíamos que el ex caddie de Tiger Woods, Steve Williams, formaría parte de la gran demanda interpuesta por 167 caddies en contra del PGA Tour por conceptos de publicidad.
La demanda sostiene que el PGA Tour se ha involucrado en la restricción del comercio y la conducta anticompetitiva que conlleva el peto que portan los caddies –el PGA consigue una compensación por los caddies que usan los dorsales–, por los que se solicitan más de 50 millones de dólares por temporada en compensación.
“Los caddies no somos empleados del Tour, sino del golfista y no tenemos ninguna compensación por parte del circuito. Sin embargo, el PGA sí que recibe compensación si estos caddies llevan los dorsales. Nos sentimos como carteles humanos y personas de segunda clase”, afirmó Williams a Golf Channel.
La demanda ha abierto una fuerte controversia entre ambos bandos y el último capítulo lo vivimos hace un par de días. Duane Bock, el caddie del norteamericano Kevin Kisner, afirmó que un oficial del Tour le “regañó” en Orlando por considerar que los pantalones cortos color salmón que llevaba puestos no eran los más apropiados.
“Una vez que finalizó la ronda del sábado un oficial del PGA se acercó y me informó que estos pantalones no tenían un color aceptable. Es curioso, porque he usado estos mismos pantalones todas las semanas durante los últimos 14 torneos y nunca había ocurrido nada”, afirmó Bock en su cuenta de Facebook. “Supongo que el color de mis pantalones puede distraer la atención y la gente podría no fijarse en el logo de MasterCard que estoy anunciando gratis en mi espalda”, bromeó el caddie.
Curiosamente Bock está entre los 167 caddies que presentaron la demanda el mes pasado contra el circuito. Parece que la guerra no ha hecho más que empezar.