La noticia, largamente esperada, ha desatado un ambiente de euforia que se reflejó claramente en la ceremonia celebrada en el propio complejo
Una intensa mezcla de emoción, expectación, compromiso y responsabilidad ha marcado la presentación oficial de Camiral como sede de la Ryder Cup 2031. Un acto lleno de simbolismo en el que todas las autoridades presentes coincidieron en un deseo compartido: que la edición española de la Ryder se convierta en la mejor de la historia.
La noticia, largamente esperada, ha desatado un ambiente de euforia que se reflejó claramente en la ceremonia celebrada en las propias instalaciones del resort, donde dentro de seis años se disputará el duelo más prestigioso del golf mundial: Europa frente a Estados Unidos.
El recuerdo de la edición de 1997 en Valderrama estuvo muy presente en el ambiente
Camiral se transformó en un hervidero de representantes institucionales, medios de comunicación y figuras clave del mundo del deporte, todos volcados ya en la misión de ofrecer al mundo una Ryder Cup inolvidable. El recuerdo de la edición de 1997 en Valderrama -con Severiano Ballesteros como capitán del equipo ganador- estuvo muy presente en el ambiente, como inspiración y referencia.
Las intervenciones institucionales estuvieron marcadas por un tono de optimismo y unidad. Todos los participantes destacaron la importancia de la colaboración público-privada como fórmula indispensable para alcanzar el éxito, así como la necesidad de generar un legado duradero que beneficie al conjunto de la sociedad.
Guy Kinnings, CEO del European Tour Group, subrayó el impacto positivo que la Ryder Cup tiene en las regiones que la acogen. Por su parte, Albert Dalmau, Conseller de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, destacó la consolidada trayectoria de Cataluña como anfitriona de grandes eventos y la oportunidad de situar nuevamente su nombre en el epicentro del deporte mundial.
Desde el ámbito federativo, Juan Guerrero-Burgos, presidente de la RFEG, puso en valor el reconocimiento implícito que supone esta designación para el golf español, subrayando la generosidad de todos los implicados para sacar adelante un proyecto que contempla no solo la celebración del evento, sino también un camino previo y un legado posterior.
El director general de Turismo de Barcelona, Mateu Hernández, enfatizó el papel de la Ryder Cup como catalizador para posicionar Barcelona no solo como destino golfístico, sino también cultural, gastronómico y turístico. Denis O’Brien, propietario de Camiral, agradeció emocionado el esfuerzo de todos los trabajadores del complejo, artífices del sueño hecho realidad.
Miguel Noguer, presidente de la Diputación de Girona, insistió en los beneficios que se generan cuando hay unidad entre administraciones y visión estratégica compartida. Una idea reforzada por José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes, quien aseguró que “se está recogiendo el primer fruto de lo que se sembró” y que el objetivo es consolidar al golf como una industria sostenible, generadora de riqueza y reconocida por su impacto social.
A seis años de la celebración, todavía quedan muchos detalles por definir. El trazado exacto del recorrido está aún por determinar, aunque se garantiza la elección más idónea para maximizar el espectáculo y facilitar el acceso del público. También habrá que esperar hasta después de la Ryder Cup de 2029 para conocer la composición del equipo europeo y la elección de su capitán.
El impacto económico fue otro de los puntos destacados en las distintas intervenciones. Todas ellas coincidieron en subrayar la enorme relevancia que supone acoger un evento global que reunirá a más de 200.000 espectadores y que pondrá a prueba —y en valor— la capacidad organizativa de Cataluña y de España.
La Ryder Cup 2031 ya ha comenzado a construirse. Desde hoy, el objetivo está claro: que Camiral sea el escenario de la mejor edición de la historia.
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Fuente: RFEG
